El temor y dudas con respecto a la efectividad de las vacunas y la decisión de esperar por una u otra de diferente procedencia posiblemente pase por el desconocimiento y la falta de acceso a información fácilmente digerible, afirmó la Doctora Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología.
“Creemos que ese desinterés por parte del personal médico sea por desconocimiento con respecto a la efectividad y la seguridad de la aplicación de esta vacuna”, señaló Candia en contacto con Universo 970.
Explicó que una vacuna en estadio de fase 3 cumple satisfactoriamente las pruebas de seguridad y eficacia y con respecto a la Sputnik V la revista científica The Lancet publicó al respecto de su efectividad que llega al 91.6% y que tampoco se constataron efectos adversos relacionados a la vacuna durante el periodo de estudio que incluyó a más de 20.000 pacientes.
“Los efectos secundarios fueron enrojecimiento leve, fiebre o síntomas similares a un resfrío, todos manejables en forma ambulatoria”, agregó Candia y sí admitió que preocupa la lentitud para las compras y distribución de las vacunas por parte del Gobierno.
Sostuvo que no estamos en condiciones de “darnos el lujo” de esperar por las dosis de otras desarrolladoras ya que todas las vacunas fueron aprobadas para su uso de emergencia y tienen el potencial de prevenir casos graves, internaciones y muertes por COVID-19.
“Hay mucha presión sobre el sistema público, conocemos la situación de hospitales llenos, con falta de insumos y medicamentos como antibióticos y anestésicos y el hecho de poder acceder a una vacuna que es segura y tiene una eficacia mayor al 50 por ciento estimado por la OMS, todas excedieron el mínimo”, afirmó.
La profesional insistió en la importancia de hacer hincapié en el uso correcto de mascarilla para evitar contagios por la vía aérea y la cercanía con alguna persona enferma. Entre otras cosas, indicó que es preocupante la situación que se vive en los transportes públicos que van llenos de gente, con las ventanillas cerradas lo que se convierte en un escenario de potencial contagio del virus respiratorio.
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